lunes, 8 de noviembre de 2010

COMPETENCIAS DEL DOCENTE DE EDUCACIÓN SUPERIOR COMO MEDIADOR

Nerylena Inciarte Romero Lorena González Lo expresado en este documento, constituye una base sólida para lograr cambios significativos en la formación del docente universitario, sin embargo para evidenciar tales cambios, deberá pasarse por un proceso de transformación cultural, de valores, de nuevas maneras de plantearse la realidad social, implementación de nuevos modelos y procedimientos académicos, entre otros. Frente a esta realidad, la propia institución deberá crear mecanismos de formación permanente del docente que permita responder a las necesidades del entorno social. Es evidente que los nuevos escenarios sobre los que debe accionar el docente exigen de él una serie de competencias que sean coherentes con los grandes desafíos sociales, culturales y educativos. Cabe resaltar, que la idea de aquel profesor que solo se prepara intelectualmente pero no desarrolla otras esferas del aprendizaje no encaja en este escenario o no saldrá lo suficientemente airoso en él. Por lo tanto, el docente de Educación Superior para llevar a cabo sus diferentes funciones docencia, investigación y extensión, deberá actuar desde su condición humana compleja, haciendo uso de sus talentos Nerylena Inciarte Romero y Lorena González 42 Omnia
• Año 15, No. 2, 2009, pp. 39 – 55 innatos y de aquellos que deberá desarrollar involucrándose en procesos de formación que le conlleve a ello. Se hace indispensable, para trabajar en las diferentes áreas académicas, que el docente reúna una serie de competencias personales y profesionales, que le permitan, tanto a él como a los estudiantes desempeñarse individual y colectivamente, en diferentes actividades y escenarios. En las áreas de la investigación educativa y la evaluación de los aprendizajes, el docente deberá reflexionar la manera como ha conducido el proceso de aprendizaje, que características han permeado su acción. Las experiencias develan entre otros aspectos:
• Conoce su materia, es especialista en ella, pero ese saber lo ha envuelto en una coraza en la que solo su conocimiento cabe, por tanto no da entrada al conocimiento de otros actores (alumnos, colegas).
• Su actitud consiste en mirarse a si mismo como profesional, ganar prestigio y méritos académicos.
• Se reduce a trasmitir un conjunto de herramientas que según su punto de vista le serviría al alumno para lograr el “aprendizaje” del área de estudio.
• El asesoramiento, orientación queda reducido a instrucciones a cumplir por parte del alumno.
 • Su actuación general consiste en el dictado de los contenidos del área, para cumplir con los objetivos preestablecidos.
• Dentro de la escuela de educación el docente debe cumplir, entre otros roles, el de mediador de aprendizajes, sin embargo las experiencias demuestran que este rol se ha llevado de manera limitada, sobre todo en el área de la investigación educativa. De lo anterior se puede evidenciar que algunos docentes no tienen claro en el pensamiento y la acción lo que significa mediación de procesos educativos. Según Silva y Ávila (1998), una persona mediadora en la construcción de aprendizajes debe reunir una serie de características como: “mas que formular la repetición de conceptos, datos, fórmulas, debe orientar a los estudiantes hacia la creación, el descubrimiento y la formación de nuevos conceptos”. Flores (1997) expresa que un mediador constructivista, debe ser considerado, como una persona que propicia en el estudiante el descubrirse así mismo como seres humanos responsables, con sentido ético y con el valor de saber lo que implica la propia existencia y razón de ser como entes presentes. El docente constructivista, busca permanentemente conocer las diferencias individuales de los estudiantes, y respetar no solo el ritmo de aprendizaje sino la forma de abordarlo por parte de este, realzar el valor que encierra su esfuerzo personal, su libertad de creación, alegrarse de sus triunfos y también saber aprovechar los errores. Evidentemente como lo plantea Silva (2005),….“no se pretende que el docente sea un ser “perfecto” conocedor y solucionador de todos los problemas. Por el contrario, se requiere un ser humano, capaz de reflexionar en su propia práctica, corrigiendo errores, aceptando nuevas formas de concebir el mundo, dando apertura a todas las corrientes del pensamiento, utilizando el discurso argumentativo para erigirse en un líder de renovada factura, convirtiéndose en un ejemplo de ciudadano mediante el cumplimiento de sus funciones y destacando con real humildad los elementales valores del hombre”. Para poder cumplir con las acciones propias de la mediación el docente debe reflexionar sobre las competencias que considera posee como persona y profesional en todas sus dimensiones y poder develar cuales debería desarrollar para poder intervenir pertinentemente en las áreas académicas. Esta situación constituye la base para el desarrollo de la investigación, la cual tiene como propósito definir competencias que debería desarrollar el docente de Educación Superior para llevar a cabo procesos de mediación en las áreas académicas de la investigación educativa y evaluación de los aprendizajes.

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